Me enamoré de un Congreso

celanova

Hace unos años el grupo «La monja enana» nos cantaba como se habían enamorado de un robot y de como eran capaces de entender sus rarezas y encajar sus piezas 🙂

O más recientemente la película Her de Spike Jonze relataba como el personaje principal (encarnado en un impresionante Joaquin Phoenix)  se enamoraba de un sistema operativo y las dificultades que ello suponía, sobre todo en lo relativo a sus corporeidad.

Pues yo tengo que declarar, aquí, públicamente que ME ENAMORÉ DE UN CONGRESO, pero no de uno cualquiera si no del SOPA, la II Edición del Congreso Internacional sobre Educación y sOcialización del pAtrimonio en el Medio Rural, que tuvo lugar en Celanova entre el 22 y el 27 de Septiembre de 2014 http://sopa14.redsopa.org/

El poder participar y ser parte de todo este ecosistema, que fueron capaces de facilitar desde la organización, me permitió compartir más momentos con gente que ya conocía y admiraba. O también conocer a gente nueva, gente con sonrisas bonitas y voces preciosas, con las que te lamentas de no poder conocer más, pero enamorarse de un Congreso, es lo que tiene.

El estar allí durante una semana permitió compartir ideas, debatir sobre otras experiencias, de ver como tanta gente está haciendo, como son hackers y makers capaces de darles otros usos a este patrimonio que nos rodea, un patrimonio que está más vivo que nunca. Y también fue un momento para compartir teorías, autores de referencia o libros y ya os lo digo aquí, el best seller del Congreso fue Herdeiros pola forza de Xurxo Ayán y Manuel Gago,

Y además como a uno le dan la posibilidad de dar una charla, pues aprovecho para explicar La insoportable levedad del ser administración (que es lo que hablé) en 15 minutos, y como el tiempo es el que es, pues lo multiplico por dos, lo que viene siendo, hablo más rápido que nunca… (prometo mejorar esto!!!)

Pero es que además de todo esto, descubres que Celanova, aquel pueblo que habías visitado en varias ocasiones y al que veías apagado, se despierta cada jueves en un mercado lleno de vida, en el que el puesto de venta de cds tanto combina O Carro de Fuxan os Ventos

como el carro de Manolo Escobar

Y como es día de mercado, toca comer pulpo y churrasco, que más se le puede pedir a un Congreso… ¿no te estás enamorando tu también?

Y como te regalan, los propios autores, un precioso Manual de Mapeo Colectivo, y como estás en Celanova, que mejor ocasión que irte a Vilanova dos Infantes a leerlo mientras piensas como poder aplicar estas metodologías al proyecto montenoso.

Así que al final, vas viendo y disfrutando a la vez, como un Congreso no tiene que ser solo un repositorio de papers y posters, sino que también es un lugar en en el que socializar el conocimiento, y en el que si generan las dinámicas adecuadas, como son talleres, obras de teatro, barferencias (con sus Amores Estatigráficos y todo) se puede facilitar todo un ecosistema donde lo más rico no son las propias ponencias sino esos aprendizajes que compartes y esas conversaciones que se dan.

Al final amigas la innovación no va a venir por una convocatoria de emprendimiento de innovación, sino por estos lugares de encuentro que se convierten en hacedores de posibilidades y futuros. De posibilidades, porque es posible que vayamos a hacer muchas cosas en común, y de futuros porque gracias a tanta creatividad y saber hacer, vemos que hay mucho futuro y del bueno.

Y por si no fuera poco, te vas del Congreso con un relatograma echo por la gran Carla Boserman (moitas grazas)

carla

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