Creando puentes entre lo rural y el software libre

Estos días he tenido la oportunidad de participar en un programa de radio Una línea sobre el mar, que se emite en la Radio del Círculo de Bellas Artes de Madrid y en ella estuvimos hablando sobre el medio rural, especialmente en el caso de Galicia y de los potenciales paralelismos entre lo rural y las comunidades de software libre.

La intención en este programa, o por lo menos así lo entendí yo, era primero, ser un poco más conocedores de la realidad de un territorio rural y cómo se construyen las comunidades en el mismo y también poder acercar el mundo agrario al ámbito de las TICs especialmente en lo referido al software libre. El desconocimiento que hay en las ciudades sobre lo rural es alarmante, ya que no debemos olvidar que ellos son los proveedores de aquello que comemos y por tanto ejercen una función esencial.

Que existan montes comunales, cuya titularidad depende de una comunidad de vecinos no puede entenderse de forma baladí; permite conocer cómo una comunidad se autorregula de forma consensuada, y de que manera esta es capaz de crear una norma (sin necesidad de que esta se convierta en ley) para el mantenimiento y la sostenibilidad de este recurso material y por supuesto limitado. Esta tipología de monte existe al menos desde hace 600 años, como apuntaba A. Lafuente en la jornada sobre el medio rural y el procomún en el Medialab Prado y ello ha hecho posible que a lo largo de los tiempos se buscase una forma lo más útil para todos los miembros de la comunidad.

Eso si, este proceso, que aún sigue, no es perfecto, ni mucho menos, y está, como lo ha estado, sujeto al conflicto y el cambio es una contante. Estas comunidades han sido capaces o por lo menos lo intentan, de adaptarse a los cambios y a las dificultades a las que se enfrentan, como es la especulación, la falta de relevo generacional, el envejecimiento de la población en el rural y a la diferente concepción de qué forma se ha de usar y gestionar un monte, si ha de tener un uso ganadero o más bien forestal.

Lo que sí, pretendía mostrar en el programa de radio, es que tal y como dije en el mismo “ni todo es tan malo, ni todo es tan bueno” es lo que hay, sin más, que es cierto, que muchas veces se generan tensiones sociales por cuestiones relacionadas con el uso del monte, pero en la mayoría de los casos también se genera una comunidad fuerte que no se ve en otras aldeas en las que no hay montes comunales.

¿Y aquellos que no tenemos montes comunales qué podemos hacer?, pues primero conocerlos y aprender en la medida de lo posible de ellos, estudiar y analizar cómo han sido capaces de construir esta realidad, observar el funcionamiento y ver los posibles puentes que nos unen y qué mecanismos podemos usar para establecer estas redes de colaboración entre ámbitos tan diversos como son el software libre y la agroalimentación.

Os dejo el link del programa de radio http://www.unalineasobreelmar.net/2012/03/20/sembrar-lo-comun-encender-chimeneas/, para que si tenéis un rato lo escuchéis y comentemos entre todos que posibles vías se pueden establecer o crear, de si existen mecanismos como las TICs para impulsar iniciativas que faciliten la fijación de población en el medio rural y una vida con una renta lo más digna posible.

Entre todos debemos dignificar el campo y a los trabajadores del mismo, pero en eso somos todos responsables, tanto los que no vivimos en el campo como los que viven allí, pues démosle a coco y a ver que iniciativas se nos ocurren.

Fuente de la foto: http://xosemanoel.blogspot.com.es/2012/03/hai-veces-que-un-contaminase-polo.html?spref=fb

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